Para el desarrollo del yo, lo más importante que hay que tener en cuenta es conocer el propio yo. La autoconciencia, la autodeterminación, la autoestima, la autopercepción y el autocontrol, cuando se combinan con un pensamiento equilibrado y una perspectiva optimista, crean una verdadera definición de autodesarrollo. El primer paso que hay que dar para dar forma a la vida es empezar a aceptar tus debilidades y conocer tus cualidades. Cuanto más te conozcas a ti mismo, más feliz será tu vida. Si no te conoces a ti mismo, siempre estarás bajo la amenaza de los factores externos. Conociendo tus vicios y virtudes, puedes desarrollarte, ya que puedes trabajar en el área que más te falta. Por ejemplo, si haces el contorno de un cuadro con una tiza, pero no lo rellenas con colores atractivos, tu cuadro no será completo ni atractivo. Del mismo modo, puedes añadir sabor y color a tu vida conociéndote a ti mismo por completo. También hay que aceptar las críticas si se tiene la culpa. Al aceptarlas, puede saber cuáles son las áreas en las que puedes mejorar para que los demás admiren y aprecien tu potencial.
Además, para lograr el autodesarrollo, no hay que prestar mucha atención a las nociones sociales, ya que destruyen la facultad racional de uno y la gente empieza a creer en ellas. Cuando las personas se ven atrapadas por estos tabúes, suelen sentir culpa y vergüenza, lo que dificulta sus procesos de pensamiento. La voz interior sólo se puede escuchar cuando nuestra mente está libre de tensiones y tenemos tranquilidad. Nuestro ser interior nos guía para dar los pasos correctamente y con cautela para que podamos desarrollarnos en el sentido adecuado. Además, si algunas personas están discutiendo sobre algo que te irrita, trata de cuestionar a tu ser interior por qué su conversación te molestó. Esto te ayudará a darte cuenta de las cosas que más te molestan y, en consecuencia, podrás hacer cambios para mejorar tu comportamiento y tu perspectiva hacia tus debilidades.
La autoestima es también un ingrediente importante que ayuda a infundir confianza y entusiasmo en uno mismo. Si tienes una sana autoestima, te darás cuenta de que con el cambio de tiempo, te has convertido en independiente y has ganado el poder para controlar tu frustración. Además, la autoestima ayuda a controlar tus emociones positivas y malas para que puedas mostrar tus debilidades al mundo y al mismo tiempo tratar de superar tus aspectos negativos. La fuerza de voluntad y la autodeterminación son importantes para que desarrolles tu yo. Te mantiene fuerte y te da el poder de controlar las emociones y los sentimientos, lo que resulta en llevar una vida feliz. Si siempre te arrepientes de tus experiencias pasadas, nunca tendrás éxito en la vida. Hay que seguir adelante en la vida y olvidar los momentos dolorosos, ya que recordar las malas experiencias del pasado actuará como un obstáculo en el desarrollo de tu personalidad.
Estar en forma también ayuda. Por ejemplo, si una persona es letárgica, siempre encontrará la manera de no hacer nada y quedarse sin hacer nada. Por otro lado, si está en forma físicamente, automáticamente tendrá una mente sana. Cuando una persona tiene una mente libre de tensiones y feliz, puede concentrarse adecuadamente en las áreas débiles y trabajar en ellas con un enfoque positivo y entusiasta.
Por último, pero no menos importante, a menudo se observa que las personas que trabajan para mejorar la sociedad en su conjunto llevan una vida feliz. Este tipo de personas no se quejan de lo que no tienen en la vida y más bien, agradecen al Todopoderoso o a un poder superior su apoyo y su amor. La gente feliz cree en el concepto de que la vida es corta, es mejor hacer algo bueno para uno mismo y para los demás.
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